Psicomotricidad Relacional

¿En qué consiste nuestro Servicio de Psicomotricidad Relacional?

La psicomotricidad relacional es uno de los abordajes de la ciencia psicomotriz, que se fundamenta en el entendimiento de la persona de forma global, como una unidad.
Es una práctica terapéutica que permite reparar o resignificar la historia afectiva de las personas a través del placer del juego libre y espontáneo y la expresividad corporal, lo que permite favorecer el descubrimiento de distintas formas de comunicación, no solamente la verbal.

“El sentido de la intervención en psicomotricidad relacional es poder reparar o resignificar la historia afectiva de las personas, integrando experiencias que puedan ayudar a comprender que existen otras vivencias posibles además de las que ya han registrado en nuestra historia primaria, con la intención de poder ampliar o modificar la huella de las experiencias relacionales primarias y ayudar de esta forma a elaborar una situación de vida más satisfactoria”

(Lapierre, Llorca y Sánchez, 2015, p.15).

¿Cuál es el enfoque / cómo se organizan las sesiones / objetivos?

• Las sesiones se llevan de forma individual, en pareja o grupos. En estas sesiones utilizamos el juego, el espacio, el movimiento corporal y diversos objetos que actúan
  como mediadores en el proceso del desarrollo global del niño. Antes de iniciar la atención, nos reuniremos con los padres o tutores con la finalidad de realizar una entrevista inicial, para conocer el perfil del niño y su familia. De forma periódica realizaremos encuentro con los mismos para mantener espacios de conversación y dar retroalimentación del trabajo realizado.
• Las sesiones tienen una duración de 45 min y la frecuencia puede variar en función de las necesidades del niño, niña o adolescente.
• Los objetivos que se plantean dentro de la psicomotricidad relacional van dirigidos a fomentar la confianza de los niños y adolescentes en sí mismos, favorecer la
  independencia y la afirmación personal.
• En las sesiones de psicomotricidad relacional, se busca favorecer y provocar que emerjan sentimientos y emociones relacionados con los recuerdos conscientes e inconscientes de la infancia que son los que estructuran la personalidad.

Las sesiones en psicomotricidad relacional se estructuran de la siguiente manera:

• Inicio: disponemos de un tiempo para la bienvenida, para escuchar a los niños sobre aquello que deseen compartir. Se habla sobre lo que se desea hacer en la sesión y se recuerdan las normas para jugar. Lo que permite crear rutina, reconocer los límites y a quienes nos acompañan en la sala para jugar.
• Momento del juego: aquí el psicomotricista relacional observa, analiza e intervine, permitiendo el juego libre y espontáneo, dando lugar a la expresividad a través del cuerpo y la mediación de diversos materiales.
• Momento de la calma: luego de jugar tendremos un momento para bajar las revoluciones, donde los niños aprenden a regular su cuerpo, este es un espacio para las relaciones más tranquilas y afectivas. Al finalizar este momento de calma, se procede a la recogida del material, lo que contribuye al establecimiento de rutinas y responsabilidades de los niños.
• Momento de la representación y la despedida: luego del momento de la calma, se tiene la oportunidad de representar a través de dibujos, construcciones o mediante la palabra lo acontecido durante la sesión, permitiendo al niño expresar lo significativo para él de la misma.

¿A quiénes va dirigido?

• A niños y niñas desde los 6 meses hasta la adolescencia.

Beneficios de asistir a Psicomotricidad Relacional

• Eleva la autoestima.
• Permite la expresión de los miedos y angustias y lograr enfrentarse a ellos.
• Ajuste de la agresividad.
• Disminuye los niveles de ansiedad y estrés.
• Promueve el desarrollo psicomotor.
• Expande la capacidad creativa.
• Promueve y amplia las capacidades relacionales.
• Aceptación e integración de límites.
• Instauración de rutinas.
• Estimulación de la autonomía.
• Promueve la capacidad de resolución de conflictos.
• Ayuda a la superación de la inhibición y la timidez.
• Promueve la expresividad emocional.